Facultad de Farmacia inauguró punto verde y aspira a ser la primera en acreditarse en el programa Estado Verde del Ministerio del Medio Ambiente
7 de Noviembre 2025
La actividad convocó a estudiantes, docentes y personal de la Facultad. La empresa Geociclos, encargada del retiro y reciclaje, ofreció al cierre un taller práctico sobre manejo de residuos orgánicos.
El punto verde fue instalado en el espacio comunitario de la facultad de Farmacia y permitirá el reciclaje de vidrios, cartones, plásticos y latas. Con ello, todas las facultades y campus de la UV cuentan hoy con al menos un espacio destinado a la recolección y gestión sustentable de residuos.
La Universidad de Valparaíso se incorporó al programa Estado Verde en octubre de 2021, iniciativa que busca promover buenas prácticas ambientales en las instituciones públicas y certificar el cumplimiento de medidas de sostenibilidad interna. Tras la acreditación de la Escuela de Ingeniería en Medio Ambiente, este año el proceso se amplió a tres nuevas dependencias: la Rectoría, la Vicerrectoría de Gestión Institucional y la Facultad de Farmacia, que ha avanzado significativamente en los requerimientos establecidos, con el apoyo de estudiantes tesistas y becarias.
Dentro de este proceso se han implementado medidas derivadas de un diagnóstico integral sobre el consumo de agua, la factibilidad de instalación de puntos de reciclaje y la cultura sostenible entre quienes conviven en el edificio.
La ceremonia de inauguración contó con la presencia de la decana Caroline Weinstein; el vicedecano Juan Ojeda; la coordinadora de la Unidad de Medioambiente y Sostenibilidad UV, Yenny Olivares; la directora de la Escuela de Química y Farmacia, Yanneth Moya; la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, Daniela Pincheira; Ignacio Rojas, de la Seremi del Medio Ambiente, además de estudiantes, funcionarios y académicos.
El nuevo punto verde es el número diecisiete habilitado en la UV, y su gestión de retiro y reciclaje estará a cargo de la empresa Geociclos, que al finalizar la ceremonia ofreció un taller demostrativo sobre reciclaje de residuos orgánicos.
“Nos comprometimos en este desafío de acreditar en el programa Estado Verde a toda la facultad porque no solo hay que parecerlo, sino serlo”, afirmó la decana Caroline Weinstein.
“Tener un sello nos permite entregar un mensaje a la comunidad y especialmente a los estudiantes que estamos formando, declarando que estamos en sintonía con el modelo educativo y con la vinculación con el territorio. Y si queremos estar vinculados con el territorio, tenemos que estar preocupados por él y poder involucrarnos seria y comprometidamente con el cuidado del medio ambiente, que me parece es un deber de una universidad estatal y pública”.
La decana añadió que “el planeta es nuestro mayor bien público y queremos cuidarlo, pero también queremos ser reconocidos públicamente con el compromiso que queremos impartirle a este decanato. Lo tomo como un desafío personal, porque como ser humano he estado comprometida con el tema del reciclaje, en continuidad con lo que partió, evidentemente, el decanato anterior, que ya se había comprometido con este mismo desafío”.
Sobre los próximos pasos, la doctora Weinstein subrayó que “el camino es involucrar a todos los participantes. No quedarse solo en la creación de una comisión, sino tener la capacidad de liderazgo en este tema. Involucrar a estudiantes, funcionarios universitarios y académicos; que todos depositemos nuestros residuos inorgánicos en esos contenedores, que todos aportemos a la vermicompostera, a la compostera y a otras tareas que vienen por delante: cuidar el agua, cuidar la luz, usar papel reciclable y disminuir su uso, entre muchas otras medidas de una larga lista de desafíos”.
Para Yenny Olivares, completar el proceso de instalación de puntos verdes “implica darle facilidades a la comunidad para que sean parte de la gestión de residuos y del proceso completo: más allá de acercarse al punto, que también estén educados y logremos establecer una cultura distinta de hábitos. Solo así la gestión de esos residuos será la correcta e impactará local y comunalmente en la disminución de residuos que llegan al relleno sanitario, cuya vida útil es muy corta. Tenemos que hacernos cargo como institución de educación pública, en el marco de la responsabilidad social”.
“Hemos apostado a la certificación ambiental, y eso implica aumentar el desempeño de la institución de manera gradual. Así lo hemos hecho”, agregó. “En 2021 lo iniciamos con la Escuela de Ingeniería de Medio Ambiente y hoy, en 2025, ya habiendo madurado y aprendido del proceso anterior, nos aventuramos a ampliar esta acreditación a tres dependencias de la Universidad, que incluyen una facultad completa —ya no solo una escuela— y dos edificios del área administrativa”.









Nota: Pamela Simonetti / Fotos: Denis Isla